BABEN INTERIORISMO

Mi nombre es Lucía, y desde que tengo memoria, el diseño ha sido mi verdadera pasión. De pequeña, me encantaba crear vestidos para mis muñecas y transformar el hogar, cambiando los muebles una y otra vez. Pero mi camino profesional comenzó con el marketing, una disciplina que, aunque disfruté, no lograba llenar completamente mi alma. Algo dentro de mí sabía que debía seguir otro camino, uno que me conectara con lo que realmente me inspiraba: el diseño de espacios.

Decidí formarme, aprender de los grandes referentes del sector y, en 2016, di el paso de abrir mi propio estudio. Desde entonces, he tenido el privilegio de acompañar a mis clientes en un proceso profundamente personal: crear un hogar que refleje su esencia, un espacio que inspire y emocione.
Cada proyecto es una oportunidad única para materializar ideas que antes solo existían en mi mente, un proceso que me llena de ilusión, porque, al final, ¿qué sería la vida sin esa chispa de emoción?

Con el tiempo, he perfeccionado mi manera de trabajar, siempre con un enfoque centrado en las personas. He desarrollado un método que me permite asegurar un proceso fluido, pero sobre todo, profundamente satisfactorio para cada cliente. Mi objetivo es que cada espacio que cree sea un reflejo auténtico de quienes lo habitan, un lugar donde se pueda sentir el alma de quien lo vive.

Para avanzar, hay que rodearse de los mejores.

Una de las claves de esta profesión, es trabajar con buenos profesionales. A lo largo de los años, me he rodeado de proveedores de confianza que cuidan mis proyectos como suyos que son, lo que hace que el proceso fluya y la calidad esté garantizada.